
Qué es La CRAMAN
Para comprenderlo es necesario conocer la historia de los Creadores de Conocimiento, la historia de las Realizaciones al Más Alto Nivel.
La CRAMAN, la Ciencia Primigenia,
el Legado de La Fuente
El Amanecer del Saber Humano
Antes de que los nombres de los gobernantes de los imperios se grabaran en la piedra, antes de que los sacerdotes, hierofantes, brahamanes, chamanes, mediadores entre los hombres y los dioses moldearan a su antojo los mitos, crearan los ritos y las leyes. Antes de que los humanos temieran al cielo, a la vida, a la muerte, a lo desconocido, a todo, y se refugiaran en los dogmas y las leyes de sus opresores.
Mucho antes de que existieran imperios, civilizaciones, religiones o sacerdocios, hubo un tipo de ser humano que no miraba al cielo buscando dioses, ni inteligencias supremas, ni fuerzas espirituales, sino buscando patrones. Humanos que no veían su entorno buscando soluciones o respuestas fáciles, inmediatas y sin esfuerzo alguno, sino encontrando preguntas inquietantes, misterios por resolver, limitaciones a superar. Seres humanos cuyas mentes se desarrollaron al contacto directo con los ciclos de la naturaleza, que comprendieron, no por fe, sino por observación rigurosa, que todo en el universo está sujeto a leyes: ritmos, repeticiones, proporciones, pesos, tamaños, equilibrios, propósitos.
Estos, los primeros Creadores de Conocimiento no construyeron templos, ni espacios sagrados, ni nada que se les parezca. Estos, los primeros seres humanos conscientes de serlo, los que se miraron a sí mismos y a sus iguales con asombro auténtico, los que se preguntaron ¿Soy este que soy? los primeros que se hicieron conscientes de sus posibilidades en relación con el todo, los que encontraron paz, refugio y salvación memorizando el movimiento de las estrellas, descubriendo las propiedades de las plantas, de las piedras, las tierras, las raíces, las cortezas, los animales, fueron los primeros hombres de conocimiento, los que confiaban plenamente en sus propias posibilidades y capacidades humanas, demostradas en el ejercicio básico de su búsqueda de la verdad.
Ellos no hablaban con espíritus, no se comunicaban con dioses, ni temían a lo desconocido, su supervivencia y significado existencial dependía del estudio para su correcta relación con el todo, con el viento, la luz, el agua, las piedras, el fuego, la noche, el tiempo. Se hicieron conscientes de sí mismos sabiéndose parte de un tejido mayor, no espiritual, no divino, no supremo, sino matemático, ordenado, racional.
Este enfoque original es, en esencia, la manifestación más pura del espíritu científico: observación rigurosa, deducción por patrones, integración con la realidad física y no con la creencia.
La CRAMAN, la Ciencia de la Realización al Más Alto Nivel, lejos de ser una visión mágica o mística de la realidad, surge como la matriz proto-científica desde donde se derivaron disciplinas posteriores como la astronomía, la medicina, las matemáticas, la agricultura y la arquitectura. Si se considera ciencia a la aplicación del método empírico para la comprensión del entorno, entonces esta Ciencia Madre no solo fue ciencia, fue su génesis. Es clave recordar que en ese momento de la humanidad no se disponía de tecnología avanzada ni de instituciones formales, por lo tanto, lo que hoy consideramos ciencia tenía formas radicalmente distintas. En ese contexto, La CRAMAN era ciencia en su sentido más puro, una ciencia hecha para vivir mejor y entender más.
Así fue, y no pudo ni puede ser de otra manera, el gran descubrimiento, el encuentro con El Origen, El Primer Conocimiento, La Ciencia Madre. Una Ciencia Radical basada en la observación prolongada, en la atención focalizada absoluta, en la repetición disciplinada de actos conscientes. Una Ciencia unificada y unificadora. La única Ciencia capaz de hacer que los hombres identifiquen genuinamente sus infinitas posibilidades latentes. Un conocimiento integral, absoluto en su pureza, un conocimiento que permitió el desarrollo, el crecimiento, la evolución del ser humano por milenios, permitiéndole sobrevivir y establecer nuevas formas de vivir y desempeñarse en un entorno en extremo hostil. Un conocimiento lo suficientemente valioso como para establecer en la psique de aquellos primeros seres humanos, la decisión absoluta de conservar la vida humana con un único fin, Significar la Supervivencia, conservar puro lo que sólo los seres humanos podemos conservar, lo que sólo los seres humanos podemos conseguir que permanezca: La Fuente, La Ciencia de la Realización Al Más Alto Nivel.
De este Conocimiento, llamado por algunos Sophia Perdida, por otros Filosofía Perenne, o Conocimiento Primordial y en ciertas tradiciones orales El Lenguaje del Origen; de este Conocimiento Primigenio, nacieron las matemáticas que posteriormente usaron los egipcios para erigir sus pirámides; las cuentas del tiempo que utilizaron los mayas para crear los calendarios cósmicos; las leyes armónicas de sonido y vibración que los vedas cantaron; los descubrimientos sorprendentes de Pitágoras y los Pitagóricos; la filosofía rebelde de Sócrates; los principios de equilibrio del organismo que guiaron a una medicina olvidada.
Esta Ciencia no era simplemente una técnica o una manera de hacer las cosas, era una visión integral de la realidad, donde lo de afuera y lo de adentro no estaban separados, donde para conocer era indispensable recordar el origen y para crear, necesario colaborar con el orden de la creación.
Su símbolo, que perdura inscrito en pinturas prehistóricas conocidas y por conocer, es el círculo dentro del cual brota la espiral, el centro de donde se desencadena el saber sin límites, siempre expansivo y expansor. La máxima que expresa es la siguiente: Conócete, y Recordarás. Recuerda, y Crearás. Crea, y Unirás. Une, y volverás al Origen.
Conócete, y Recordarás. Recordarás tus infinitas posibilidades latentes, El Poder de ser como sólo tú puedes ser.
Recuerda, y Crearás. Crearás como sólo tú puedes crear, en El Placer de hacer como sólo tú puedes hacer.
Crea, y unirás. Unirás tu Ser y Saber al de todos los que te han precedido y que como tú, genuinamente han sido, positivamente han creado, y que por derecho propio han sobrevivido, a la muerte han vencido, en los otros su Ser y Saber se ha encarnado toda vez que proporcionaron conocimientos útiles para la solución a problemas reales.
Une, y volverás al Origen. Habrás unido tu ser y saber al de ellos y en consecuencia, vuelto al Origen. Serás uno con ellos: Los Creadores de Conocimiento.

El Conocimiento como Poder para Controlar
A medida que los grupos humanos crecieron y se hicieron más densos, a medida que se hacía más difícil mantener la cohesión, a medida que había más recursos para administrar y disfrutar, ciertos individuos comenzaron a tergiversar los principios de La Fuente. Descubrieron que podían usarla para controlar.
Nació así una distorsión peligrosa, se aisló al conocimiento de su contexto original natural y se le dio otro propósito al símbolo, a las metáforas, a los mitos y arquetipos. Los astros pasaron a ser dioses, inteligencias superiores, fuerzas rectoras; las proporciones y ritmos, mandatos divinos; el estudio del cuerpo, magia y curandería; la enfermedad y la muerte, castigo por desobediencia; la ignorancia y fanatismo, virtud y fe.
El ser humano dejó de mirar con hambre de verdad y comenzó a mirar con ansiedad y miedo. Donde antes había lógica y datos precisos, se impuso el relato como verdad absoluta. Donde antes había observación y análisis racional, se impuso la obediencia como regla natural y suprema.
Surgieron los primeros sistemas jerárquicos; jefes, amos, dueños, sacerdotes, chamanes, “intérpretes del misterio”. El Conocimiento dejó de ser una herramienta de comprensión y expansión de la consciencia para convertirse en instrumento de control.
El Placer y el Poder tomaron una nueva forma. Ya no todos apreciaban el trabajo colectivo, el esfuerzo compartido, el sacrificio mutuo. Había aparecido, entre aquellos grupos, el Placer y el Poder al servicio de la negligencia y la indolencia. Había surgido la supervivencia por comodidad. Habían aparecido los Parásitos Sociales, perezosos incapaces de crear conocimiento, pero deseosos de tomar el control y hacerse de un lugar de privilegio. Lo que alguna vez fue uno, el Conocimiento, se volvió múltiple, y su núcleo fue enterrado bajo capas de interpretación conveniente a los usurpadores. La Verdad se volvió dogma y éste fue usado para sorprender y amedrentar a las masas y así someterlas. El derecho divino había aparecido y quienes se rehusasen a doblegarse, serían eliminados, y así fue, sin miramientos.
La Gran Fragmentación
Las grandes civilizaciones, aquellas que se consideran Civilizaciones Madre, las que se dice tuvieron un origen autónomo, no fueron tales; surgieron sobre los restos dispersos de la Ciencia del Origen, La Fuente. Egipto, Mesopotamia, el Valle del Indo, Mesoamérica, China, el Tahuantinsuyo, todas heredaron partes del conocimiento primigenio, pero ya adaptadas a sus fines sociales, políticos y religiosos.
La Ciencia Original que hablaba de resonancia, ritmo, armonía, equilibrio, paz, felicidad, familia, comuna y supervivencia, se convirtió en música sagrada y danza ritual. Lo que se expresó como proporciones, formas y tamaños, se convirtió en geometría sagrada. Lo que se dijo sobre la inteligencia corporal, se tornó en medicina espiritual, en curandería, en brujería, en el engaño de lo mágico. Lo que se descubrió del cosmos, se convirtió en astrología, en destino.
La Verdad fue troceada y embellecida magníficamente, cubierta de símbolos de poder mágico, oculta en cada vez más grandes templos al punto que causara a quien se encontrara en presencia de ellos, pequeñez y sumisión. El Conocimiento Primordial se dijo, sólo podía ser poseído por castas autorizadas y por los jerarcas o el gobernante divino. Los símbolos, sólo interpretados y comprendidos correctamente por ellos. Y el pueblo, por miedo e ignorancia, dejó de cuestionar.

La Persistencia Silenciosa
Pero no fue posible eliminar del todo a Los Creadores de Conocimiento. El “espíritu humano” es Supervivencia Creativa y con él, el Propósito, Sentido o Significado por el que lucha y vive.
La Fuente fue resguardada por un grupo disperso y silencioso. Los Creadores de Conocimiento no desaparecieron del todo, se camuflaron y transitaron sin nombre propio por todas las épocas y lugares significativos, reconocibles sólo por ser los genuinos creadores e influenciadores del conocimiento en todas las áreas de Actividad Evolutiva del Ser y el Saber humano.
Apartados del deseo de poder sobre los demás, sin jerarquías, sin culto a personas, sin mitologías con sentido manipulador, sin deseo de fama este linaje del pensamiento nunca desapareció porque eligieron la marginalidad antes que la corrupción. Se movieron entre culturas adoptando distintos nombres, disfrazados a veces de artesanos, a veces de científicos, otras veces de filósofos y otras tantas de locos, de inadaptados.
Bajo ese objetivo primordial, en ocasiones llegaron a reunirse. Puesto que sólo ellos pueden reconocerse entre sí, llegaron a establecer agendas conjuntas, pero no para crear o defender a religión alguna, o para establecer un linaje admirado y conocido, o para formar una secta o sociedad secreta que les diera camino hacia el poder. Se reunieron para un solo fin, para ser ejemplo vivo de lo que fuimos como individuos y como comuna, antes de olvidarlo.
El Futuro del Conocimiento
La Fuente no es una ciencia de respuestas generales ni específicas, no es la verdad transmitida con afirmaciones dogmáticas. Lo que otorga es la capacidad de hacer preguntas, preguntas inteligentes que conduzcan a la llave para las más grandes realizaciones humanas. El Conocimiento Primordial otorga la expansión de la consciencia a través de la aplicación de herramientas prácticas para el autoconocimiento, control sobre los propios límites y dominio de las propias posibilidades y capacidad de crear sin destruir. Regresar a La Fuente despierta el deseo original de comprender sin dominar, de observar sin poseer, de conocer y compartir lo conocido sin imponer.
El retorno a La Fuente no es un regreso idealizado al pasado, ni una negación del progreso o evolución. Es un recordatorio de que aún existe un modo de pensar que no está motivado por el control, sino por la fascinación del dominio de la creación de conocimiento y el compartir el bienestar obtenido al hacerlo.
Por tanto, para acceder a ella, no se requieren ni libros esotéricos o sagrados, ni máquinas ni mensajes traídos por hermanitos venidos del más lejano rincón del universo, ni Inteligencias Artificiales, ni maestros ascendidos, ni guías espirituales, ni sacerdotes, ni chamanes, ni magos, ni el auxilio de fuerzas superiores o dioses o inteligencias cósmicas; sino una liberación radical de sí mismo, un deshacerse de todo lo inútil, erróneo y limitante, de todo lo ajeno a la naturaleza esencial del ser humano. Un viaje hacia adentro donde Las Memorias del Origen Habitan e Impelen al Progreso, al Banco Genético de la Memoria Ancestral, guiados tan sólo por El Impulsor Primordial del Ser Humano.
Así, La CRAMAN puede considerarse una ciencia que une muchas áreas del saber; el estudio de la mente, el cuerpo, las emociones, el entorno y la relación entre todo ello. La CRAMAN puede ser vista como una ciencia transdisciplinaria, que articula elementos de la biología, la psicología, la filosofía, la física y la ética; pero no separadas como las vemos en la ciencia moderna, sino que funcionando de manera sistematizada. Es una Ciencia que ayuda a vivir mejor, a pensar mejor y a actuar mejor. Es una Ciencia del sujeto y del entorno, del individuo y del colectivo, del dato y del propósito y/o función. No es menos ciencia por no ser académica, aunque no se enseñe en las universidades tiene todas las cualidades de un conocimiento verdadero. Es ciencia por ser operativa, porque se puede aplicar, se puede comprobar en la vida diaria, y además, porque puede compartirse con otros, hombres y mujeres de esta Ciencia, para desarrollarla y mejorarla en conjunto.

Se tiene que decir aun con el riesgo de ser mal comprendidos
Hoy, en este momento decisivo para la humanidad, un momento tan crucial como el descubrimiento del manejo del fuego o la invención de la agricultura, un momento en que la Inteligencia Artificial amenaza con quitar la supremacía creativa a los Seres Humanos y desplazarlos para ser simples observadores de su aniquilación. Hoy, aquí y ahora, es posible que podamos reconocernos, que sintamos afinidad de pensamiento y obra; que al margen de los que están completamente sometidos por el Sistema Esclavizante del Potencial Humano, podamos reunirnos para reflexionar, analizar, dilucidar, crear, construir y compartir sin restricciones. Sin restricciones al poder que nos hace humanos, sin instituciones, sin redes sociales, sin templos, sin logias, sin espacios sagrados, sin maestros o guías superiores, sin búsqueda de fama y reconocimiento social, sin otra aspiración que el desarrollo genuino de nuestras infinitas posibilidades latentes, sin otro deseo que dignificar nuestras vidas, significarlas dándoles el propósito original que ha hecho posible llegar hasta este momento, el momento más crítico para la humanidad.
Ahora, como antaño, como aquel primer momento, cual auténticos Creadores de Conocimiento, como seres humanos de verdad, podemos observar con el ojo agudo de la Consciencia, con la Percepción Objetiva de Sí Mismos, con la Percepción Objetiva del Todo, dilucidando verdades que un día fueron dichas y hacer comunidad para crear, para construir, para compartir. No es una aspiración demencial, aunque a ellos les parezca así, es una aspiración humana, muy humana, la más humana. Desandar el camino, regresar al Origen, reconectar con nuestra grandeza haciendo énfasis en lo más preciado que poseemos: Un Talento Natural Consubstancial a la Vida, una Urgencia Suprema de Significación Objetiva de la Existencia, un Código Personal de Valores y un Código Personal de Fortalezas.
Sabremos reconocernos, ya hemos comenzado.
Gracias a Quillatra Lomaj, Equerelf Dlodes, Equetias Delbandelalib y Queprot Galbardlaf quienes nos inspiraron la osadía de intentarlo una vez más, esta Misión Suprema de Objetivación de Nuestra Existencia. Este es el más hermoso regalo que pudimos haber descubierto y recibido. Solo hay una manera de demostrar nuestra gratitud, llevar esto hasta sus últimas consecuencias.

Lo que sigue, el viaje continúa.
Si tu deseo de conocer esto se ha acrecentado, aquí tienes los enlaces de lo que sigue y un retorno a lo que ya has leído si quieres retomar alguna idea que se te ha hecho importante.
El Impulsor Primordial del Ser Humano
El Fuego Interior. Eso que arde antes de cualquier creencia, herida o historia. Y lo único que puede llevarte de regreso a ti.
Una seria Advertencia a los que buscan
Si solo quieres respuestas, este no es tu lugar. Aquí se piensa, se rompen falsas creencias, se busca el genuino conocimiento.
El CEICARMAN
Un Vehículo Vivo de Conciencia
Si algo en ti sigue buscando sin saber qué, es porque aún no conoce un vehículo para regresar al conocimiento.

