El Impulsor Primordial del Ser Humano
Realizarse y Realizar
Ayudar a Realizarse y Realizar
Más allá de satisfacer sus necesidades básicas, el ser humano ha buscado siempre una cosa, dar sentido a su existencia. Esta búsqueda de significado no es un fenómeno moderno ni un producto de la angustia metafísica; más bien, la angustia metafísica es resultado de la Búsqueda de Sentido.
Esa inquietud o malestar profundo en ocasiones agudo, que no proviene de una causa física concreta ni de una situación específica, tiene su origen en una necesidad innata urgente de dar respuesta a los cuestionamientos existenciales sobre el sentido de la vida, la muerte, la libertad, el tiempo, el destino, una inteligencia ordenadora y coordinadora, o la nada.
La búsqueda de significado es una constante evolutiva, un constante impulsor de la evolución del ser humano. Desde que la consciencia emergió en el hombre, desde que aquel o aquellos primeros humanos se preguntaron ¿Quién soy yo? ¿Soy este que soy? ¿De dónde vengo? ¿Cuál es el propósito de mi vida? ¿Qué hay después de la muerte? ¿Por qué existe algo en vez de nada? ¿Estoy verdaderamente libre o todo está determinado? ha existido una tensión entre la consciencia de la fragilidad y brevedad de la vida y la profundidad del pensamiento que se cuestiona todo.
En su estado más puro, sin adoctrinamiento ni estructuras opresivas, el ser humano aspira a comprender no solo para sobrevivir, sino para participar activamente en la construcción del mundo. La necesidad de entender el mundo en que se desenvuelve, de resolver los problemas comunes, de crear herramientas útiles, de transmitir saberes, de construir algo que perdure, que permanezca, que quede, no como un deseo egoísta de ser recordado, sino como un impulso evolutivo de supervivencia que le urge a significar su presente, su ahora, para que la vida, su vida, tenga peso, consistencia, forma y dirección.
Ser útil: el propósito no obligado
En las primeras sociedades, cuando la vida era colectiva y el conocimiento se ejercía y compartía sin jerarquías, la utilidad individual estaba al servicio del bien común. Aprender a cazar, a observar el clima, a construir refugios, a leer las estrellas, a recolectar frutos, a cultivar, a cuidar y educar a los niños, a preparar alimentos, a hacer música, a danzar… todo tenía un objetivo: sostener a la comuna, conservar saberes, ampliar la comprensión del entorno, sobrevivir al mejorar las condiciones de vida para todos sin afectar el equilibrio natural. No se trataba de compasión o altruismo religioso o espiritual, ni de códigos de moral impuestos desde afuera, se trataba de Eficiencia Evolutiva. El saber individual sólo tenía valor cuando era compartido, cuando su aplicación mejoraba la vida de los demás. Y es ahí, en esa intersección entre la curiosidad del genio y la cooperación del humano, donde floreció la Ciencia del Origen.
La Ciencia como Vía para la Realización Al Más Alto Nivel
Esta ciencia original no era acumulativa ni rígida ni vertical. No buscaba imponer verdades, sino generar comprensión. Su objetivo no era controlar la naturaleza, sino colaborar con ella. En ese proceso, quien la practicaba encontraba algo más profundo además de resultados, encontraba una forma de realización íntima personal, una forma de superar la Angustia Existencial del Vacío de Sentido.
Realizarse, en este contexto, no es alcanzar prestigio ni reconocimiento ni fama ni admiración, es acceder al máximo despliegue de las propias capacidades humanas: observar, razonar, analizar, contrastar y comparar datos, otras formas de hacer, información y experiencias, descubrir, crear, transmitir y compartir. Es permitir la expresión de lo que nos hace humano, de experimentar la exteriorización del autoconocimiento de un Talento Natural Consubstancial a la Vida, una Urgencia Suprema de Significación Objetiva de la Existencia y un Código de Valores y Fortalezas Personal y Funcional. La Ciencia del Origen, La Fuente, La Ciencia de la Realización Al Más Alto Nivel no separaba la investigación o el deseo de conocer del sentido vital, ambas eran la misma cosa. Conocer era una forma de vivir más y mejor, y vivir más y mejor era una forma de conocer más.
Hay ideas que son valiosas porque ayudan a las personas a mejorar su vida, a crecer, a entenderse mejor y a crear cosas buenas para todos. Esa es una forma de saber si algo realmente sirve. La CRAMAN, como Ciencia de la Realización, propone una metodología coherente para liberar el potencial humano, mejorar sus capacidades cognitivas, relacionales y creativas y a partir de ahí, compartir lo que uno descubre y crea. Esta eficacia personal y colectiva es un criterio de cientificidad que ha sido reivindicado por filósofos como John Dewey y William James.
La degeneración de la búsqueda de sentido
Cuando surgieron los primeros sistemas jerárquicos: jefes, amos, dueños, sacerdotes, chamanes, “intérpretes del misterio”, el conocimiento dejó de ser una herramienta de comprensión y expansión de la consciencia para convertirse en instrumento de control.
Cuando el conocimiento se volvió poder, cuando se fragmentó y fue secuestrado por esas castas que lo usaron para dominar, se rompió esta unión esencial entre conocimiento y sentido de vida.
Ya no se trataba de comprender, ahora había que creer. Ya no se trataba de colaborar, ahora había que obedecer. El conocimiento dejó de ser un camino hacia la realización, éste se convirtió en una herramienta para controlar, en un instrumento para producir miedo, culpa, incertidumbre, dependencia y sumisión.
Así, muchos fueron privados no solo de la posibilidad de saber, sino también del sentido y del placer de crear conocimiento. Éstos fueron condenados a la repetición automatizada de sus labores, a la producción de bienes y comodidades para sus opresores, a la ignorancia sistematizada, a tratar de llenar El Vacío de Sentido con la fe impuesta basada en supersticiones.
Y así fue aniquilado el espíritu del hombre, amordazado su deseo natural de expresar grandeza, coartado El Impulsor de la Evolución Humana, La Urgencia Suprema de Significación Objetiva de la Existencia y puesto al servicio de unos cuantos la fuerza de trabajo de los muchos. El único medio ahora para sobrevivir era, proporcionarles mayores y mejores placeres y comodidades, con su precaria existencia, a los que ostentaban los altos cargos del poder político, religioso y espiritual.
Fue así como La Ciencia de la Realización Al Más Alto Nivel fue catalogada por éstos, los desmembradores, los usurpadores, los Parásitos del Sistema Esclavizante del Potencial Humano como un conocimiento falso, corruptor y subversivo de carácter religioso, político o moral. Un Conocimiento que debía ser repudiado por todos y silenciado de inmediato. Un Conocimiento que debía ser arrasado hasta sus cimientos. El que engaña, estafa y manipula, señala ahora como dañino o maligno, a quien atenta contra su posición de poder y privilegio.
Recuperar El Origen es un Acto Revolucionario
Volver a La Ciencia del Origen no es regresar al pasado, es recuperar el vínculo roto entre Conocimiento y Realización Humana; es rescatar al ser humano como ser curioso, útil, constructivo, creativo, capaz de mejorar la existencia común a través del pensamiento riguroso y la observación atenta.
En este modelo, aprender no es consumir información, sino capturar lo esencial de todo lo que interesa desde el propósito que nos mueve, desde la Urgencia Suprema de Significación Objetiva de la Existencia; por tanto, aprender es transformar, crear, mejorar, trascender, superar. Investigar no es acumular datos y combinarlos de una forma que se admire, sino desplegarse de forma creativa hacia los otros, hacia lo sustancial, hacia lo que es útil y no accesorio, hacia la vida misma.
La Ciencia del Origen no promete milagros. La CRAMAN, la Ciencia de la Realización Al Más Alto Nivel no ofrece consuelo fácil ni entrega todas las respuestas. Ofrece lo más valioso, la capacidad de generar preguntas, preguntas poderosas, cuestionamientos profundos, dudas inteligentes, y a partir de ahí, una forma organizada de llevar a cabo el descubrimiento de la solución a un problema o a la superación de una limitación. El proceso de este descubrimiento está guiado por una idea principal que permite definir qué se va a hacer, por qué se va a hacer y para qué se va a hacer. Entonces, se precisan las distintas actividades, materiales y herramientas que serán necesarios para cumplir el cometido. En este proceso, cada persona que participa asume un rol, no determinado por jerarquías, sino por sus habilidades, sus talentos y el deseo genuino de colaborar.
Este procedimiento: plantear una hipótesis, organizar recursos, establecer roles según competencias y ejecutar la acción, se parece mucho con el diseño metodológico de investigación científica actual. La diferencia está en que la CRAMAN amplía este enfoque incluyendo como centro no solo la resolución del problema externo, sino también el desarrollo interno del sujeto que investiga. Esta es una forma de investigación y acción radicalmente humanista y práctica, anclada en la transformación integral del ser humano, pero con pasos estructurados, observables y compartibles, elementos clave en cualquier definición operativa de ciencia.
Recuperar El Origen es un acto revolucionario, requiere extrema rebeldía psicológica. La Ciencia de la Realización Al Más Alto Nivel permite recuperar El Origen, regresar a nuestro estado primigenio, al núcleo central de nuestra vida.
La Ciencia de la Realización Al Más Alto Nivel proporciona un método para mirar el mundo sin mentiras, sin fantasías, sin dogmas, sin amos, sin miedo, y desde ahí, construir.
En conclusión, Realizarse es comprender para construir. Realizar a los otros es compartir lo comprendido y lo construido. Sólo en esa práctica y proceso, el Conocimiento vuelve a ser lo que fue, El Origen, una expresión de la vida en su forma más lúcida.
Realizarse es el proceso de recrearse o volverse a crear a sí mismo. Es dejar de ser un duplicado y duplicador del Sistema Esclavizante del Potencial Humano. Es eliminar lo falso, lo condicionante, lo adquirido y limitador para volver a ser lo que se es en esencia. Realizarse se refiere al proceso de desarrollo personal libre de toda contaminación ajena a la verdadera naturaleza humana que define a cada individuo. Autodescubrimiento, superación, transformación y desarrollo íntimo de las propias posibilidades latentes; saberse único, original, singular, eso es Autorrealizarse.
Una persona se realiza, se vuelve plena, auténtica, completa, cuando comprende, abarca el mundo, a sí misma, su entorno como un todo, y cuando construye algo a partir de ese entendimiento. Puede ser conocimiento, relaciones, proyectos, instrumentos, herramientas, soluciones, correcciones, descubrimientos, mejoras, avances en cualesquiera de las áreas vitales de actividad humana; es decir, el genuino crecimiento personal viene de aprender y de crear en un ciclo eterno de avance, de evolución sobre una base: comprender para construir.
Pero no se puede comprender si no se comprende lo que es comprender. La Ciencia del Origen, La Fuente, La CRAMAN es la que permite comprensión. Comprender es abarcar, es poder ver la justa medida de un algo en su relación con el todo. Si no se tiene consciencia del todo, tampoco se tiene consciencia de la dimensión de ese algo que se pretende poder expandir o construir. Llévese este axioma al proceso de creación, de solución, de corrección o avance de cualquier cosa y se tendrá comprensión del significado de lo dicho. Aquellos que han callado El Impulso Primordial del Ser Humano, aquellos que se resisten a la acción del Impulsor de la Evolución Humana, aquellos que han perdido contacto con La Urgencia Suprema de Significación Objetiva de la Existencia; esos que que sólo viven por vivir, que han perdido la consciencia de lo que son y del propósito que los trajo aquí; esos que ante el desafío de resolver, superar, crear, construir, prefieren respuestas prehechas y empaquetadas; esos, los Parásitos Sociales, los que usan y tiran, los que se creen con poder, solo pueden ser comprendidos en el contexto de su condición, situación y propósito que cumplen dentro y para el Sistema Esclavizante del Potencial Humano.
Para comprender hay que aprender a vivir peligrosamente; hay que enfrentar desafíos, en lo artístico, en lo filosófico, en lo científico, en lo técnico, que parecen no tener solución; hay que correr el riesgo de perder para descubrir lo que se puede ganar; hay que enfrentar el miedo, la culpa, la incertidumbre de lo desconocido, la impotencia o sentido de incapacidad que irremediablemente se ha de experimentar, en algún momento del proceso, cuando se pretende descubrir, crear o construir.
Por tanto, y solo en ese sentido, Realizar a los otros es compartir lo comprendido y lo construido. Aquí es donde el ser humano se expande hacia lo colectivo, donde la Autorrealización encuentra su plenitud, donde se muestra si esta, la Realización de Sí Mismo, es correcta, es justa. Así como uno se realiza comprendiendo y construyendo, también ayuda a que otros se realicen cuando comparte lo que ha entendido y creado. Cuando algo del todo se expande, también el todo crece. Los seres humanos y el todo, el todo y los seres humanos expandiéndose en un ciclo eterno, eso es Autorrealización. El conocimiento y la experiencia no tienen sentido si se quedan solo para uno mismo. Compartir no sólo es un acto de generosidad y compasión, también es un acto de expansión del sentido que nos mueve: El Genuino Sentido de la Existencia Humana, La Constante Evolutiva, El Permanente Impulso de la Evolución del Ser Humano, La Urgencia Suprema de Significación Objetiva de la Existencia.
En esa práctica y proceso, el conocimiento vuelve a ser lo que fue, una expresión de la vida en su forma más lúcida. El Conocimiento para que sea tal, debe volver a su estado más puro, a La Fuente, a La Esencia del Conocimiento. Al comprender, construir y compartir, el conocimiento recupera su propósito original, éste no es solo acumular datos, sino una manifestación clara, brillante, lúcida de la vida misma. Si el conocimiento se usa para crecer y ayudar a otros, para crecer y ayudar sin romper el equilibrio natural, se vuelve algo profundamente humano y vital.
Así pues, el Conocimiento y la Autorrealización no son fines egoístas. Uno se Realiza al comprender, crear y compartir, y en esa práctica y proceso coopera en la realización de los demás, en el comprender, crear y compartir de los demás. Es en ese flujo mutuo, donde el conocimiento deja de ser una cosa fría, académica, escolástica; donde deja de ser una cosa que se usa; donde el conocimiento es lo que es el Ser Humano que lo posee y comparte. Es en ese flujo mutuo, donde el conocimiento se vuelve una expresión profunda que significa estar verdaderamente vivo y consciente de la vida, iluminado.
Este es el Verdadero Sentido de la Existencia del Ser Humano, en lo particular y en lo general. Cualquier otra cosa conduce al hastío, a la caída, a la destrucción, a la desintegración, a la aniquilación.
Falta un pequeño detalle: Una advertencia amorosa
Si llegaste hasta aquí ya lo tienes claro: No todos están listos para esto. Este no es un lugar cómodo para los que gustan de frases motivacionales, memes espirituosos, fantasías arrulladoras. Si llegaste hasta aquí, reflexiona sobre: “Una seria Advertencia a los que buscan”.
Una seria Advertencia a los que buscan
Si solo quieres respuestas, este no es tu lugar. Aquí se piensa, se rompen falsas creencias, se busca el genuino conocimiento.
El CEICARMAN
Un Vehículo Vivo de Conciencia
Si algo en ti sigue buscando sin saber qué, es porque aún no conoces un vehículo que pueda sostener tu retorno al conocimiento.
Qué es la CRAMAN
La Ciencia Original La Fuente
La arquitectura olvidada de la conciencia humana. La Ciencia de la Realización al Más Alto Nivel… antes de que fuera deformada.
